Grillo
Todo es música.
Tu cuerpo y el silencio. Escucho tus ecos sedientos entre cada piedra. Llamas a
la lluvia, desesperas por mí.
Vamos a saltar
juntos. Haremos el amor por aire y tierra. Vamos a desatarnos en melodía. Cada
uno de mis besos te abrirá en partituras. Cantarán hasta nuestras sombras.
El deleite de
tus muslos conduce mis manos como mosquitos hambrientos. Mis dedos mudos tañen
tu violenta flor. Nuestros cuerpos se rozan y comienza el concierto.
Tienes la
vibración de la luna.
Tu espalda se
bate como violín alado, y mis labios son precisos en cada nota.
Nuestras piernas
son los instrumentos que mañana un niño arrancará.
Mosca
Amarte en lo
viscoso, a contraluz. Amarrarte a las telas de araña, y ahí poco a poco sentirnos
devorados. Esta noche me estorban las alas, y todas mis miradas se consumen en
tu cuerpo. Nuestros movimientos se repiten en cada uno de mis ojos. Tú y tus
cuerpos gemelos se deshacen en gritos aleatorios.
Siento cada una
de tus bocas que me multiplican sin parar. Flotamos entre manzanas putrefactas
y restos de sangre, y ahí te gozo más.
Nacemos entre lo
húmedo. Somos sucios, nos comemos a bocas llenas, y no importa si tus labios
son cubiertos de miel o deshechos.
Te palpo como
quien camina a ciegas entre vísceras.